Sinfonias y herencia Americana, música convertida en arte.

Virgil Thompson fue el compositor musical de “The Plow That Broke the Plains” (1936) y de “The River” (1937). Impresionado por el material que Lorentz estaba reuniendo, convino en trabajar con él por cualquier suma que pudiera pagársele. Comenzó su trabajo de colaboración mientras Lorentz presionaba a Washington para obtener asignaciones. Las bandas sonoras de estos dos documentales sobre el devastador efecto de las tormentas de arena que devastaron el centro de Estados Unidos en esa época y la importancia del río Mississippi para las zonas que recorren son el retrato musical del alma de todo un país.
Usó canciones de cowboys, espirituales tradicionales del sur, canciones populares antiguas y para The River el finale de su Symphony on a Hymn Tune
Las partituras tienen una simplicidad conmovedora e incorporan estilos y melodías de su herencia Americana. Están escritos para un orquesta cámara que también incluyen el banjo, la guitarra y la filarmónica.
Para de “plow that broke the plains” Thomson compuso una suite a partir de la música del film, haciendo algunos ajustes. Esta suite orquestal consta de 6 partes:


Preludio: 1:24

Pastoral ( La Hierba) 1:09

Ganado 2:52

Blues (Especulación) 2:33

Sequía 0:54

Devastación 4:50


La música de esta suite es bastante sencilla, tonal y sin grandes efectos orquestales. Thomson ha sido llamado el Eric Satie norteamericano por su escritura ligera, el uso de melodías populares. En definitiva; música fácil y sin complicaciones hecha para ser disfrutada por todo el mundo.

Para Lorentz y Thompson el trabajo de montaje y composición musical llegó a ser un proceso unificado. Ninguno de los dos deseaba que la música se impusiera a las imágenes o viceversa, en el filme acabado. Ambos compartían el entusiasmo por los temas de la música folklórica la música de Thompson aportaba constantemente nuevas dimensiones, la música compuesta para una secuencia de la guerra de 1914 a 1918, contribuía a poner importante énfasis en el hecho de que los labriegos estaban formando parte de la maquinaria bélica.
La música se grabó con ejecutantes de la New York Philarmonic y la batuta de Alexander Smallens.

En The River la música de Virgil Thompson y la sonora voz de Thomas Chalmers formaban parte del proyecto. Las enumeraciones de lugares, ríos, árboles se hacían en constantes cadencias rítmicas.
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